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Planeta Criança



Poesia & Contos Infantis

 

 

 


AUTO DA SIBILA CASSANDRA / Gil Vicente
AUTO DA SIBILA CASSANDRA / Gil Vicente

                                                                                                                                                   

                                                                                                                                                   

 

 

Gil Vicente

 

 

 

 

A obra seguinte foi representada à dita Senhora, a rainha D. Beatriz, no mosteiro de Xabregas nas matinas do Natal. Trata-se nela da presunção da Sibila Cassandra, que, como por espírito profético soubesse o mistério da encarnação, presumia que ela era a virgem de quem o Senhor havia de nascer. E com esta opinião nunca mais quis casar. 
FIGURAS: CASSANDRA SALOMÃO ERUTEIA PERESICA CIMÉRIA ISAÍAS MOISÉM ABRAÃO


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(Entra Cassandra, em figura de Pastora, dizendo)
 
CASSANDRA Quién mete ninguno andar ni porfiar en casamientos comigo? Pues séame Dios testigo que yo digo que no me quiero casar.
 
Cuál será pastor nacido tan polido ahotas que me meresca? Alguno hay que me paresca en cuerpo vista y sentido?
 
Cuál es la dama polida, que su vida juega pues pierde casando, su libertad cautivando, otorgando que sea siempre vencida?
 
Desterrada en mano ajena, siempre en pena, abatida y sujuzgada? y piensan que ser casada que es alguna buena estrena.
 
SALOMÃO Cassandra, Dios te mantenga, y yo venga también mucho norabuena! pues te veo tan serena, nuestra estrena ya por mí no se detenga.
 
Y pues ya que estoy acá, bien será que diga a qué soy venido, y tanto estoy de ti vencido, que creo que se hará.
 
CASSANDRA No te entiendo.
 
SALOMÃO Anda, vem! que por tu bien te envían a llamar tus tías, y luego daquí a tres días alegrias ternás tú y yo también.
 
CASSANDRA Qué me quieren?
 
SALOMÃO Que me veas y me creas para hecho de casar.
 
CASSANDRA Lo que dahí puedo pensar, qu'ellas o tú devaneas.
 
SALOMÃO Somos parientes o qué? Bien se ve que soy yo para valer tal que juro a mi poder que de no ser, ni esta paja me dé.
 
Yo soy bien aparentado y abastado, valliente zagal polido, y aún estoy medio corrido de haber acá llegado.
 
Anda, si quieres venir!
 
CASSANDRA Sin mentir, tú estás fuera de ti: lo que te dixe hasta aqui, será ansí, aunque sepa de morir.
 
SALOMÃO No me ves?
 
CASSANDRA Bien te veo.
 
SALOMÃO No te creo: pues no quieres?
 
CASSANDRA No te quiero.
 
SALOMÃO Casamiento te requero.
 
CASSANDRA Ya primero dixe lo que es mi deseo.
 
SALOMÃO Qué me dices?
 
CASSANDRA Yo te digo que comigo no hables en casamiento, que no quiero ni consiento, ni con otro ni contigo.
 
SALOMÃO Quieres tú estar a cuenta?
 
CASSANDRA Y en esa afrenta tengo contigo de estar? No me quiero cautivar, pues nascí horra e isienta.
 
SALOMÃO Tu tía misma me habló, y prometió muy chapado casamiento.
 
CASSANDRA Otro es mi pensamiento.
 
SALOMÃO Pues yo siento que bien te meresco yo, y por eso vine acá.
 
CASSANDRA Bien está.
 
SALOMÃO Según el tu no querer, a mi ver, otro amor tienes allá.
 
CASSANDRA No quiero ser desposada ni casada, ni monja ni ermitaña.
 
SALOMÃO Dime, que es lo que te engaña qu'esa saña empleas mal empleada.
 
Toma consejo comigo o contigo cuando sin pasión te veas, y mira lo que deseas, qué razón trae consigo.
 
CASSANDRA No pierdas tiempo comigo: ya te digo bien clara mi entención.
 
SALOMÃO Quién te viese el corazón por mirar mi enemigo y saber por qué razón.
 
CASSANDRA No tomes desto pasión ni alteración, pues que no desprecio a ti, mas nació cuando nací, comigo esta openión, y nunca más la perdí.
 
SALOMÃO Qué te hizo el casamiento? Es tormiento, que se da por algún hurto?
 
CASSANDRA Y aun por eso le surto, porque es curto su triste contentamiento.
 
Muchos dellos es notorio purgatorio sin concierto ni templanza, y si algún bueno se alcanza no es medio placentorio.
 
Veo quexar las vecinas de malinas condiciones de maridos:
 
unos de ensoberbecidos y aborridos, otros de medio galinas.
 
Otros llenos de mil celos y recelos, siempre aguzando cuchillos, sospechosos, amarillos, y malditos de los cielos.
 
Otros a garzonear por el lugar, pavonando tras garcetas sin dexar blancas ni prietas y reprietas, y la mujer? sospirar.
 
Después en casa reñir y groñir y la triste allí cautiva nunca la vida me viva si tal cosa consentir.
 
Y pues eres cuerdo y sientes, para mientes mujer quiere decir moleja, es ansí como una oveja en peleja, sin armas fuerzas ni dientes.
 
Y si le falta sentido al marido de la razón y vertud ay de niña juventud, que en tales manos se vido.
 
SALOMÃO No soy desos ni seré: por mi fe, que te tenga en volloritas.
 
CASSANDRA Y con floritas piensas que m'engañaré.
 
No quiero verme perdida, entristecida de celosa o ser celada. Tirte afuera! no es nada? pues antes no ser nacida.
 
Y ser celosa es lo peor, que es dolor, que no se puede escusar. De los vientos hace mar y afirmar que el blanco es dotra color.
 
De las buenas hace malas, con sus falas, y de los santos ladrones. No quiero entrar en pasiones, pues que bien puedo escusarlas.
 
SALOMÃO Do seso hay no ya celuras, sino holguras, qu'el seso todo bien da.
 
CASSANDRA El seso es no ir allá.
 
SALOMÃO Calla ya, que te recelas a escuras.
 
CASSANDRA Allende deso, sudores y dolores de partos llorar de hijos: no quiero verme en letijos, por más que tú me namores.
 
SALOMÃO Yo voy llamar all aldeã.
 
ERUTEIA Y a Peresica tu tía y a Ciméria, y tu porfía delante dellas se vea.
 
CASSANDRA Y a mí qué se me da? Quién será, que me case a mi pesar? Si yo no quiero casar, a mí quién me forzará?
 
(Canta)
 
“Dicen que me case yo, no quiero marido, no."
 
Más quiero vivir segura nesta sierra a mi soltura, que no estar en ventura si casaré bien o no. Dicen que me case yo no quiero marido, no.
 
Madre no seré casada, por no ver vida cansada, o quizá mal empleada la gracia que Dios me dio. Dicen que me case yo, no quiero marido no.
 
No será ni es nacido tal para ser mi marido, y pues que tengo sabido que la flor yo me la so. Dicen que me case yo, no quiero marido no.
 
(Entra Eruteia, Peresica e Ciméria com o pastor Salomão em chacota, elas à maneira de lavradoras, e diz Ciméria a Cassandra)
 
CIMÉRIA Qué te parece el zagal?
 
CASSANDRA Ni bien ni mal que no quiero casar, no. Vosotras quién vos metió que case yo? Pues sabed que pienso en ál.
 
CIMÉRIA Tu madre en su testamiento no te miento manda que cases, que es bueno.
 
CASSANDRA Otro casamiento ordeno en mi seno: que no quiero ni consiento.
 
SALOMÃO Loco consejo has tomado. Estó espantado! dó se halló tal desvarío?
 
CASSANDRA Mi fe nel corazón mío, yo lo fío, que no vo camino errado.
 
No quiero dar mi limpeza y mi pureza y mi libertad isienta, ni mi ánima contenta, por sesenta mil millones de riqueza.
 
PERESICA Si tu madre eso hiciera.
 
CASSANDRA Bien, que fuera.
 
PERESICA Nunca tú fueras nacida.
 
CASSANDRA Yo quiero ser escogida en otra vida, de más perfecta manera.
 
ERUTEIA Escucha sobrina mía, todavía no puedes sino casar, y éste debes tomar sin profiar, qu'es muy bueno en demasía.
 
CASSANDRA Cómo ansí?
 
ERUTEIA Es generoso y vertuoso, cuerdo y bien assombrado, tiene tierras y ganado, y es loado músico muy gracioso.
 
SALOMÃO Tengo pumares y vinas, y mil pinas de rosas pera holgares, tengo villas y lugares, y más treinta y dos galinas.
 
ERUTEIA Sobrina, este zagal es real, y para ti está escogido.
 
CASSANDRA No lo quiero ni lo pido por marido: guárdeme el señor de mal!
 
CIMÉRIA Tú no ves cómo es honrado y sosegado? Cuánto otro lo será?
 
CASSANDRA Qué sé yo si se mudará o qué hará cuando se vea casado?
 
Oh cuántos ha hí solteros placenteros de muy blandas condiciones, y casados son leones y dragones, y diablos verdaderos.
 
Si la mujer, de sesuda, se hace muda, dicen que es boba perdida, si habla luego es herida: y esto nunca se muda.
 
SALOMÃO Muy entirrada está! bien será que no le digamos más. Pues tú te arrepentirás, y querrás, y el diablo no querrá.
 
ERUTEIA Muy más aína quizá se hará, si la servieses de amores.
 
SALOMÃO Qué moza para favores. No veis qué respuestas da?
 
PERESICA Si tus tíos allegasen, y le hablasen, que son hombres entendidos?
 
CIMÉRIA Pardiós son, y bien validos y sentidos! bien sé yo que lo acabasen.
 
SALOMÃO Quiérolos ir a llamar al lugar: veremos esto en qué para, aunqu'ella se declara por tan cara, que ha de ser dura de armar.
 
(Traz Salomão, Isaías e Moisém e Abraão, cantando todos quatro de folia a cantiga seguinte)
 
“Sañosa está la niña ay Dios quién le hablaría?”
 
(Volta)
 
“En la sierra anda la niña su ganado a repastar hermosa como las flores sañosa como la mar.
 
Sañosa como la mar está la niña ay Dios quién le hablaría?”
 
ABRAÃO Digo que esteis norabuena. Por estrena toma estas dos manijas.
 
MOISÉM Y yo te doy estas sortijas de mis hijas.
 
ISAÍAS Yo te doy esta cadena.
 
SALOMÃO Dart'hía yo bien sé qué, mas no sé cuánto puede aprovechar.
 
ERUTEIA Muchas cosas hace el dar, como contino se ve.
 
CASSANDRA Téngome de captivar por el dar? No me engaño yo ansí yo digo que prometí sólo de mí, que no tengo de casar.
 
MOISÉM Blasfemas, que el casamiento es sacramento, y el primero que fue. Yo Moisén te lo diré y contaré dónde hubo fundamiento:
 
En el principio creó y formó Dios el cielo y la tierra, con cuanto en ello se encierra: mar y sierra de nada lo edificó.
 
Era vacua y vacía, y no había cosa per quien fuese amado el spírito no criado sobre las aguas lucía.
 
Fiat lux! luego fue hecha muy prehecha sol y luna y las estrellas, criadas claras y bellas todas ellas per regla justa y derecha.
 
Al sol diole compañera por pracera, de una luz dambos guarnidos, dominados y medidos cada uno en su carrera.
 
Hagamos más dixo el señor Criador, hombre a nuestra semejanza, angélico en la esperanza y en lianza, y de lo terreste señor.
 
Luego le dio compañera en tal manera de una gracia ambos liados, dos en una carne amados, como s'ambos uno fuera.
 
El mismo que los creó, los casó, y trató el casamiento, y por su ordenamiento es sacramento, que al mundo stabaleció.
 
Y pues fue casamentero él primero, y es ley determinada cómo estás tú embirrada, diciendo qu'es captivero?
 
CASSANDRA Qué? Cuando Dios los hacía y componía, en esos tales no hablo: mas naquellos que el diablo en su retablo hace y ordena cadaldía.
 
Por cobdicia los ayunta, y no pregunta por otra virtud alguna, y depués que la fortuna los enfuna, toda gloria le es defunta.
 
Si yo me casase ahora, dende a una hora no querría ser nacida no tengo más de una vida, y, sometida, diz, Cassandra, tirte afuera.
 
Marido? ni aun soñado ni pintado. No curéis de profiar, porque para bien casar no es tiempo concertado.
 
ABRAÃO Y si cobras buen marido, Comedido, y nunca apasionado?
 
CASSANDRA Nunca? Estais muy errado, padre honrado, porqu'eso nunca se vido.
 
Cómo puede sin pasión y alteración conservarse el casamiento? Múdase el contentamiento, en un momiento, en contraria división.
 
Sólo Dios es perfección: sin razón si verdad queréis que hable; qu'el hombre todo es mudable y variable; por humanal comprisión.
 
Pero yo quiero decir y descobrir por qué virgen quiero estar: sé que Dios ha de encarnar, sin dudar: y una virgen ha de parir.
 
ERUTEIA Eso bien me lo sé yo, y cierta so que nun presepe ha de estar, y la madre ha de quedar tan virgen como nació.
 
También sé que de pastores labradores será visto y de la gente, y le traerán presente de oriente grandes reis y sabedores.
 
CIMÉRIA Yo días ha que he soñado y barruntado, que vía una virgen dar a su hijo de mamar, y que era Dios humanado.
 
Y aun depués me parecía que la vía entre más de mil doncellas, con su corona d'estrellas mucho bellas, como el sol resplandecía.
 
Nunca tan glorificada y acatada doncella se pudo asmar, como esta virgen vi estar, ni su par no fue ni será criada.
 
Del sol estaba guarnida, Percebida, contra Lucifer armada, con virgen arnés guardada, ataviada de malla de santa vida.
 
Con leda cara y guerrera, placentera, el resplandor piadoso, el yelmo todo humildoso, y Mater Dei por cimera.
 
Y el niño Dios estaba y la llamaba madre madre a boca llena. Los ángeles, gratia plena muy serena, y cada uno la adoraba...
 
Diciendo: “rosa florida esclarecida madre de quien nos creó loado aquel que nos dio reina tan santa nacida.”
 
ERUTEIA Peresica, tú nos decías que sabías desta virgen y su parto.
 
PERESICA Mi fe dello sé bien harto y reharto: llena estoy de profecías.
 
Empero son de dolor: que el señor, estando a veces mamando, tal vía de cuando en cuando, que no mamaba a sabor.
 
Una cruz le aparecía, que él temía, y lloraba y sospiraba, La madre lo halagaba, y no pensaba los tromientos que él vía.
 
Y comenzando a dormir, veía venir los azotes con denuedo, estremecía de miedo, Y no puedo por ahora más decir.
 
CASSANDRA Yo tengo en mi fantasía, y juraría que de mí ha de nascer, que otra de mi merescer no puede haber, en bondad ni hidalguía.
 
ABRAÃO Ya Cassandra desvaría.
 
ISAÍAS Yo dería que está muy cerca de loca, y su cordura es muy poca, pues que toca tan alta descortesía.
 
SALOMÃO El diablo ha de acertar a casar, por mi alma y por mi vida, que quien la viera sabida y tan leída, que se pudiera engañar.
 
Cassandra, según que muestra esa repuesta tan fuera de conclusión tú loca yo Salomon, dame razón, qué vida fora la nuestra?
 
CASSANDRA Aún en mi seso estó: que soy yo.
 
ISAÍAS Cállate, loca perdida, que desa madre escogida otra cosa se escrebió.
 
Tú eres della al revés, si bien ves: porque tú eres humosa, soberbia y presumptuosa, que es la cosa que más desviada es.
 
La madre de Dios sin par, es de notar, que humildosa ha de nascer, y humildosa conceber, y humildosa ha de criar.
 
Las riberas y verduras y frescuras pregonan su hermosura, la nieve la su blancura limpia y pura, más que todas criaturas.
 
Lirios, flores y rosas muy preciosas procuran de semejalla, y en el cielo no se halla estrella más lumiosa.
 
Antes santa, que engendrada, preservada antes reina, que nacida, eternalmente escogida, muy querida, por madre de Dios guardada.
 
Por vertud reina radiosa, generosa, per gracia emperadora, per humildad gran señora, y hasta ahora no se vio tan alta cosa.
 
El su nombre es María, que desvía de ser tú la madre dél, y el hijo Emanuel manteca y miel comerá como yo decía.
 
ABRAÃO Dos mil veces lo decías, que el mesías será Dios vivo en persona, y aun te juro a mi corona, ahotas que no mentías.
 
MOISÉM Y tú también, Salomon, buen garzón, los cantares que hacías todos eran profecias, que decías della y de su prefeción.
 
Fermosa mea columba mea, quien te vea, de vista o a sentido, gócese por ser nacido, por fuerte zagal que sea.
 
ABRAÃO Si hobiésemos de declarar y platicar cuanto della está escrito, sería cuento infinito, que el spirito no puede considerar.
 
Todo fue profetizado por mandado daquel hacedor del mundo, hasta aquel día profundo, no segundo, mas postrero, es devulgado.
 
ERUTEIA Deso profetó Africana.
 
PERESICA Y tú hermana, dese juicio hablaste, escrebiste y declaraste cuanto baste para enformación humana.
 
Pero cuándo ha de ser, es de saber.
 
ERUTEIA Las señales os diré, porque las sé muy ciertas y bien sabidas.
 
PERESICA Ansí Dios te dé mil vidas que las digas, y yo te lo serviré.
 
ERUTEIA Cuando Dios fuere ofendido y no temido, generalmente olvidado, no será mucho alongado, mas llegado, el juicio prometido.
 
Cuando fuere lealtad y la verdad despreciada y no valida, cuando vieren que la vida es abatida, del que sigue la bondad.
 
Cuando vieren que justicia está en malicia, y la fe fría, enechada, y la iglesia sagrada captivada de la tirana cobdicia.
 
Cuando vieren trabajar por llevantar palacios demasiados, y los pequeños menguados desollados, no puede mucho tardar.
 
Y cuando vieren perdida y consumida la vergüenza y la razón, y reinar la presunción, nesta sazón perderá el mundo la vida.
 
Y cuando más segurado y olvidado de la fin él mismo sea en aquel tiempo se crea, que ha de ser todo abrasado.
 
(Abrem-se as cortinas onde está todo o aparato do nascimento e cantam quatro anjos)
 
Ro ro ro nuestro Dios y Redentor, no lloréis que dais dolor a la virgen que os parió ro ro ro.
 
Niño hijo de Dios padre, padre de todas las cosas, cesen las lágrimas vuesas, no llorará vuestra madre, pues sin dolor os parió.
 
Ro ro ro, no le deis vos pena, no.
 
Ora, niño, ro ro ro, nuestro Dios y redentor, no lloréis que dais dolor a la virgen que os parió,
 
Ro ro ro.
 
MOISÉM Naquel cantar siento yo, y cierto so, que nuestro Dios es nacido, y llora por ser sabido y conoscido, que es de carne como yo.
 
CIMÉRIA Yo ansí lo afirmaría y juraria, que lo deben estar brizando, y los ángeles cantando su divinal melodía.
 
ISAÍAS Pues vámoslo adorar, y visitar el recién nascido a nos: verán nuestros ojos dos un solo Dios nascido por nos salvar.
 
(Vão cantando em chacota e, chegando ao presépio, diz Peresica)
 
PERESICA Erutea, ves allí lo que vi, la cerrada flor parida.
 
ABRAÃO Oh vida de nuestra vida, guarecida y remediada por ti.
 
A ti adoro, Redentor, mi señor, Dios y hombre verdadeiro, santo y divino cordero, postrimero sacrificio mayor.
 
MOISÉM Oh pastorcico nacido, muy sabido de tu ganado cuidoso, contra los lobos sañoso, y piadoso al rebaño enflaquecido.
 
Por la tierna carne humana nuestra hermana que nese brizo sospira, que nos libres de tu ira, y las ánimas nos sana.
 
SALOMÃO Qué oración, Dios, te harán, que dirán! oh gran rey desde niñito per natureza bendito, infinito, ab eterno capitán.
 
De celeste imperio heredero por entero, de deidad coronado! adórote Dios humanado, y por nos hecho cordero.
 
ISAÍAS Adórote santo Mesías!
 
En mis dias y para siempre te creo, pues con mis ojos te veo en tal aseo, que cumples las profecías.
 
Niño, adoro tu alteza con firmeza, y pues no tengo desculpa, a tus pies digo mi culpa, y confieso mi flaqueza.
 
CASSANDRA Señor yo de ya perdida nesta vida, no te oso pedir nada, porque nunca di pasada concertada, ni debiera ser nacida.
 
Virgen y madre de Dios, a vos, a vos, corona de las mujeres, por vuestros siete placeres, que quieras rogar por nos.
 
CIMÉRIA Espejo de generaciones y naciones, de Dios hija madre y esposa, alta reina gloriosa, especiosa, cumbre de las perfeciones.
 
Oh estrada en campos llanos de humanos sospiros a ti corrientes, oidora de las gentes, encomiéndome en tus manos.
 
PERESICA Oh clima de nuestro polo! Un bien solo, planeta de nuestra gloria, influencia de vitoria: por memoria nuestro sino laureolo.
 
ERUTEIA Ave stella matutina, bella y Dina! Ave, rosa, blanca flor! Tú pariste el Redentor, y tu color, del parto quedó más fina.
 
(Acabada assim sua adoração, cantaram a seguinte cantiga, feita e ensaiada polo autor)
 
Muy graciosa es la doncella: cómo es bella y hermosa.
 
Digas tú el marinero, que en las naves vivías, si la nave o la vela o la estrella es tan bella.
 
Digas tú, el caballero, que las armas vestias, si el caballo o las armas o la guerra es tan bella.
 
Digas tú, el pastorcico, que el ganadico guardas si el ganado o los valles o la sierra es tan bella.
 
(Isto bailado de terreiro de três por três. E por despedida o vilancete seguinte)
 
A la guerra, caballeros esforzados, pues los ángeles sagrados a socorro son en tierra… A la guerra!
 
Con armas resplandecientes vienen del cielo volando, Dios y hombre apellidando en socorro de las gentes.
 
A la guerra, caballeros esmerados, pues los ángeles sagrados a socorro son en tierra… A la guerra!

 

 

                                                                  Gil Vicente

 

 

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